La llamada Casa Cortés, en Sábada, es un caserón tradicional y con encanto que combina en su interior un diseño minimalista y una terraza de aire ‘chill out’. Es otro de los originales establecimientos que engloba la Red de Hospederías de Aragón, y punto desde el que hacer una incursión a las famosas cinco villas que dan nombre a la comarca, la más extensa de Aragón con 31 municipios por descubrir.
Junto con Sádaba, son Tauste, Ejea de los Caballeros, Uncastillo y Sos del Rey Católico las que conforman estas cinco villas llenas de profunda historia y un rico patrimonio cultural, pues fue esta una tierra de frontera.
En Sádaba, como ya contamos en este blog, su principal reclamo es su monumental castillo de origen medieval, una construcción militar imponente enclavada en un promontorio de la localidad, y que además puede visitarse con visitas organizadas desde el Ayuntamiento de Sábada. Pero esta villa bien merece un paseo por sus calles jalonadas de elegantes construcciones señoriales, la iglesia gótica de Santa María y, una parada en alguna de sus panaderías para degustar repostería tradicional.
Ejea de los Caballeros, cabecera de comarca, es un dinámico núcleo comercial con sus más de 16.000 habitantes. En su casco se observan sobrios edificios nobiliarios, la iglesia fortaleza del Salvador, con retablo de Blasco de Grañén, o su iglesia de Santa María. Allí se encuentra Aquagraria, un impresionante museo agrícola, y La Casa del Colono, espacio que explica el proceso de colonización de la zona en los años 50.
Un viaje a la Edad Media es lo que ofrece Uncastillo, pueblo con un destacado patrimonio histórico artístico, con seis iglesias románicas -Santa María la Mayor es uno de los mejores ejemplos del románico aragonés-, y los restos de su fortaleza coronando la Peña Ayllón de la localidad. La iglesia de San Martín de Tours acoge el Centro de Arte Religioso del Pirineo. Su laberíntica judería merece un paseo con tiempo.
También se descubre caminando Sos del Rey Católico: la Plaza Mayor, la Lonja, el Ayuntamiento y el palacio de Sada, cuna del rey Fernando El Católico, donde se encuentra el Centro de Interpretación del Rey Fernando II de Aragón, son imprescindibles en la visita. También allí se encuentra un espacio expositivo en torno a la película ‘La Vaquilla’, dirigida por Luis García Berlanga, o incluso también se puede hacer la ruta guiada en torno a los lugares de la grabación y lo que supuso para la localidad.
La última de las cinco villas es Tauste, cuyo edificio principal y más simbólico despunta sobre su caserío: la imponente torre mudéjar de su iglesia de Santa María, esbelta y de estructura octogonal. En el interior destaca la capilla de la Virgen de Sancho Abarca y el retablo del altar mayor, del S.XVI, de Gil Morales, Gabriel Joly, Juan de Moreto y Juan de Salas. Es de interés el edificio de la Casa de la Cámara, palacio aragonés que hoy alberga la escuela de música, y en los alrededores el Santuario de Sancho Abarca, un conjunto del siglo XVI-XVII que acoge las romerías de los habitantes de la zona. Es un entorno tranquilo con vistas privilegiadas de la zona, desde el que se pueden realizar numerosas rutas de senderismo y bicicleta.
Más información turística en la web de turismo de la Comarca de las Cinco Villas.