La Hospedería de Roda de Isábena abrió sus puertas en 1995 y se encuentra en la Plaza Mayor, frente a su famosa catedral. Este templo ostenta el título de ser la catedral más pequeña de España y la más antigua de Aragón, uno de los espacios más emblemáticos y bellos del Altoaragón que atesora una rica historia y valiosos tesoros artísticos, además del extraordinario interés del conjunto histórico-artístico que constituye el propio enclave de Roda.
Su visita es obligada si se hace una incursión turística por la Comarca de la Ribagorza, pero para preparar la visita en profundidad y bucear en el conocimiento de sus obras de arte y curiosidades, el portal de turismo de la Comarca de la Ribagorza ofrece la posibilidad de realizar una visita virtual a la catedral, así como a los principales recursos turísticos de la zona.
A través de varios visores se puede conocer la iglesia y la nave central, su famoso y fotografiado claustro, la cripta y el presbiterio, en paseos virtuales en los que se detallan los principales elementos de cada espacio con imágenes ampliadas.
Se cree que hubo un primer templo arrasado por los musulmanes, por lo que fue posteriormente restaurado en estilo lombardo y consagrado definitivamente en 1030. En la primera mitad del siglo XII la catedral de Roda alcanzó su apogeo gracias a la labor de su obispo Ramón.
En su visita se descubren los ábsides y las criptas, de los elementos más destacados del templo. En la capilla de la enfermería se conservan pinturas murales del siglo XII, mientras que en las de la cripta norte, del siglo XIII, destaca su curioso calendario mural. También hay que detenerse en el laborioso programa escultórico de la catedral, el mosaico del pavimento o la capilla de la enfermería.
El sepulcro de San Ramón, que conservó sus restos, se localiza en la cripta del tramo central. Es una magnífica pieza realizada en piedra en la que aún se observan restos de policromía, con un destacado programa iconográfico con escenas en relieve de la vida de la virgen y de San Ramón.
El valioso patrimonio mueble de la catedral fue objeto de robos y expolio, pero todavía se conserva un gran legado con objetos como la mitra y los restos de la silla de San Ramón, textiles de San Valero, los esmaltes de la arqueta o la talla tardorrománica de la Virgen de Estet.
Ya en el exterior merece un paseo detenido el claustro, de mediados del siglo XII, un espacio en el que se respira serenidad con numerosas inscripciones funerarias esculpidas entre sus capiteles, y una zona ajardinada presidida por el pozo. Desde sus corredores se accede al restaurante de la Hospedería, habilitado en el antiguo refectorio cisterciense. Ofrece un ambiente elegante e historicista, con mobiliario del siglo XVIII, en el que se pueden degustar productos de calidad con una propuesta gastronómica tradicional. Todos los días ofrece menú del día y una carta protagonizada por los productos de proximidad como la ternera de explotación familiar en Sesué, en el Valle de Benasque, cordero de ganaderos de la zona o carnes de caza procedentes de cotos de la comarca.
