JOYAS DEL MUDÉJAR QUE DEBES VISITAR SI ESTÁS EN CALATAYUD (II)

Alojarse en cualquiera de los establecimientos de la Red de Hospederías de Aragón, además de ofrecer estancias con encanto en espacios singulares plagados de historia, son puntos de partida para innumberables rutas en las que dejarse llevarse por un entorno rural tranquilo digno de ser explorado, y disfrutar de monumentos de gran valor histórico-artistico de una belleza que embelesa.

Es el caso del excelso mudéjar aragonés, del que encontramos excepcionales ejemplos en la Comarca Campo de Calatayud. Ya dimos unas primeras pistas en el anterior artículo sobre monumentos de obligada visita si estás en Calatayud. Pero los templos y torres que dejaron los maestros musulmanes que trabajaron en tierras cristianas, los mudéjares, son tan numerosos que nos dan para proponer nuevas rutas desde la ciudad de Calatayud.

Una de las más imponentes construcciones de la zona es la  iglesia de la Asunción o Santa Tecla de la localidad de Cervera de la Cañada, a 15 kilómetros de Calatayud, dentro del conjunto de monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001. Se trata de una imponente construcción en el alto de la localidad, levantada sobre los restos del antiguo castillo, que ofrece espectaculares vistas del valle del Ribota. La austeridad exterior de la construcción hace que aún más se impresione el visitante que accede al templo, de profusa decoración a base de pinturas de ladrillos en sus muros, grandes rosetones, decoración floral y motivos heráldicos, y el marco de elegante ascencionalidad que proporcionan las nervaduras de sus bóvedas. Fíjate en las inscripciones pintadas y grabadas en sus muros y en el pretil del coro.

Desde la misma carretera N-234 que nos lleva a Cervera accedemos al pequeño núcleo de Torralba de Ribota, topónimo que deriva de la ‘Torre blanca’, en alusión a la torre de piedra caliza del recinto amurallado. Allí encontramos la parroquial dedicada a San Félix, un edificio rotundo que sigue la tipología de iglesia fortaleza, de gran austeridad al exterior con mallas de ladrillo de cuadros entrecruzados. El interior es de una sola nave en dos tramos, en el que destaca su presbiterio, compuesto por tres capillas abiertas a la nave central por arcos apuntados. Nos detendremos en los valiosos retablos góticos de la cabecera, atribuidos a Benito Arnaldín y al Maestro de Torralba.

Avanzamos por la N-232 y llegamos hasta Maluenda, que pese a contar con algo menos de 1.000 habitantes presume de atesorar tres iglesias mudéjares y un convento de las Carmelitas Descalzas, donde se pueden adquirir pastas artesanas. Sus tres iglesias son de gran interés, pero nos detenemos en la dedicada a las hermanas santas Justa y Rufina, curiosamente sevillanas, sin existir una hipótesis clara de por qué esta advocación en tierras aragonesas. Nuevamente un templo rotundo, y en cuyo interior encontramos una de las joyas de la pintura gótica aragonesa, el fastuoso retablo obra de Domingo Ram con escenas de la vida de las hermanas mártires, patronas de la localidad, en una atmósfera interior de espiritualidad y elegancia.

Avanzamos desde allí hasta Morata de Jiloca, donde nuevamente encontramos una iglesia-fortaleza que luce una de las fachadas más bellas y originales del mudéjar aragonés. En la construcción, también Patrimonio de la Humanidad, destaca la puerta abocinada, con un timpano de alabastro donde vemos la escena principal de San Martín partiendo la capa con el pobre. La decoración de ladrillo y la cerámica vidriada blanca y azul en bella extensión  de fajas de esquinillas y arcos mixtilíneos configuran un gran espectáculo, especialmente cuando los rayos del sol inciden sobre el conjunto decorativo.

Terminaremos la ruta en Villafeliche, donde la impronta musulmana rebosa en sus calles y en su tradición. En el caserío destaca su bella torre de San Miguel Arcángel, decorada con cerámica de arista y ladrillo. Como curiosidad, se encuentran rémoras del pasado industrial del municipo, donde se ubicó el molino de pólvora y la Real Fábrica de Pólvora, de gran importancia económica en la época, y un via crucis jalonado de ermitas.

Para visitar estos monumentos puedes ponerte en contacto con el área de turismo de la Comarca Campo de Calatayud o con Territorio Mudéjar.

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