La Hospedería en La Iglesuela del Cid es un emblemático hotel con encanto dentro de la Red de Hospederías de Aragón, un alojamiento selecto habilitado en el antiguo Palacio Matutano-Daudén, del siglo XVIII. Este edificio histórico de relevancia arquitectónica, es un espacio acogedor que ofrece diversos servicios como una zona de Spa & Wellness – con sauna seca, baño turco, solárium, duchas de sensaciones o hidromasaje -, gimnasio o su conocido restaurante La Torre de los Nublos.
Con la vocación de crear una atmósfera de serenidad y reposo para sus clientes, ahora también ha habilitado un rincón para la lectura en la cuarta planta del palacio, donde se encontrarán publicaciones de diversas temáticas, en un espacio con espectaculares vistas del pequeño enclave de La Iglesuela del Cid. Una atmósfera confortable y distinguida en un edificio decorado con obras históricas y piezas tradicionales, en un entorno rural que hacen de esta una estancia totalmente distinta y singular.
Desde lo alto de este palacio se divisa el conjunto del enclave, uno de los hitos turísticos del Maestrazgo, que destaca por la excelente conservación de su casco urbano, su la Plaza Mayor con el Ayuntamiento, la iglesia de la Purificación y un encantador entramado de calles empedradas y palacios renacentistas.
El Palacio Matutano-Daudén atesora una rica y dilatada historia. Existe constancia de que el origen del apellido Matutano en esta localidad se inicia con D. Pablo Matutano en 1.508. El Rey Carlos III concede la pragmática de la Hidalguía en el año 1.760 a Francisco Matutano Thena, adquiriendo el escudo de armas, en los dos cuarteles superiores (torre y brazo en alto empuñando espada) corresponden al apellido Matutano, y los cuartes inferiores hacen referencia al apellido Thena.
Los Matutano en sus orígenes poseen la casa solariega del municipio denominada ‘Del Blinque’ en 1.650, siendo este edificio el originario de la familia. Pero acumularon cuantiosas riquezas, bienes y casas solariegas de La Iglesuela del Cid, entre la que se encontraba el Palacio Matutano Daudén. Fue heredado en 1.890 por Manuel Matutano Daudén que murió en el año 1.971, y lo legó a sus sobrinos Brotons, quienes la vendieron al Gobierno de Aragón.