Hospedería de sádaba

Hospedería

Bienvenidos a la Hospedería de Sádaba

La Hospedería de Sádaba*** se encuentra ubicada en pleno corazón de la comarca de las Cinco de Villas, en un edificio de época reformado situado en el centro de la villa.

Con la pretensión de ofrecer un alojamiento que mezcle la historia con un toque moderno ofrece 20 habitaciones representadas por un diseño minimalista y una preciosa terraza donde el relax, acompañado de los mejores cócteles y música, harán de tu estancia un recuerdo inolvidable.

El edificio, la llamada casa Cortés, es un caserón de sillares macizos gótico en origen. Aloja un amplio bar-cafetería con terraza en la parte baja, además de una bodega donde puede apreciarse una prensa manual. Sus veinte habitaciones dobles cuentan con baño, televisión, teléfono y un espacioso armario.

En la planta intermedia se ofrecen cinco habitaciones y dos salones restaurantes; en la última, se ubican el resto de los dormitorios: sencillez y tranquilidad para una inmejorable estancia.

 

Deben también mencionarse algunos detalles propios de un edificio de este carácter, como los portalones, el depósito de piedra, una magnífica escalinata o las vistas de la calle Mayor.
Hospedería de Sádaba

Una de las claves fundamentales de la oferta de esta hospedería reside, sin duda, en su propuesta gastronómica.

El equilibrio entre la imaginación de una vanguardia bien entendida y la estricta aplicación tradicional en los fogones establecen una oferta diversa y exigente.

Impresiona el salón principal, con capacidad para albergar a 70 comensales, que resulta un entorno perfecto para celebrar toda clase de pequeños eventos sociales, familiares o de empresa.

Entorno

Entorno de la Hospedería de Sádaba

La villa de Sádaba se encuentra en la afamada comarca de las Cinco Villas, territorio que conecta lugares tan emblemáticos como los Pirineos y el río Ebro. Dicha extensión le asegura una variedad paisajística inigualable, que comprende bosques de sierras, de ribera, estepas y campos de cereal.

Visitar las Cinco Villas es realizar un auténtico paseo por la historia. Sus pueblos conservan bellos monumentos artísticos, donde el tiempo parece haberse detenido. No hay que olvidar que estas tierras fueron frontera entre cristianos y musulmanes, y posteriormente entre reinos cristianos, lo que dejó un magnífico legado cultural y artístico.

Castillo de Sádaba

Además de las históricas Tauste, Ejea de los Caballeros, Sádaba, Uncastillo y Sos del Rey Católico, también debes descubrir los encantadores pueblos de la Val d’Onsella y las Altas Cinco Villas, así como las sierras de Luesia y Santo Domingo o las Bárdenas Reales.

Lo primero que verás en Sádaba es la maciza mole de su espectacular castillo de siete torres, de origen medieval. En el casco urbano de la localidad destaca el entramado de sus calles, la sobriedad de sus edificios y la belleza de sus casas señoriales. La elegante iglesia gótica de Santa María te llamará la atención por su esbelta torre.

Muy cerca de la villa está uno de los más notables yacimientos arqueológicos de Aragón: Los Bañales. Se trata de los restos de una ciudad romana monumental. Así lo atestiguan la importancia de sus termas y los 32 pilares que quedan en pie del acueducto que transportaba el agua a la población. Y como muestra de la profunda romanización de este territorio, debemos mencionar también el Mausoleo de los Atilios y la mal llamada Sinagoga, ambos restos de la época romana.

EnUncastillo, volver a la Edad Media es fácil. Lo consiguen los restos de su castillo, sus seis iglesias románicas y ese aire medieval que envuelve la población. Su iglesia de Santa María la Mayor es uno de los mejores ejemplos del románico aragonés.

Y qué decir de Sos del Rey Católico, uno de los pueblos más bellos de Aragón. Su encantador conjunto urbano te atrapará desde el primer momento. Descubre caminando por sus calles empedradas la Plaza Mayor, la Lonja, el Ayuntamiento y el palacio de Sada, cuna del rey Fernando El Católico.

Desde Sos del Rey Católico podrás hacer un itinerario que merece la pena descubrir: la Val d’Onsella. Un valle con media docena de pequeños y sugerentes pueblos como NavardúnUrriésLobera d’Onsella o Longás, donde al encanto de la vida rural se une el del paisaje prepirenaico.

Ejea de los Caballeros, además de ser un importante centro comercial y de servicios, alberga un rico patrimonio. Ejemplo de ello son las iglesias de Santa María y San Salvador, ambas románicas de transición al gótico, y los restos de la antigua judería. La torre mudéjar de Tauste se alza imponente sobre la iglesia de Santa María, destacando por su belleza y por su estructura octogonal.

No abandones esta tierra museo sin visitar atractivas localidades como Luesia y Biel, con su judería perfectamente conservada, o la iglesia románica de Castiliscar. El paisaje desértico de las Bárdenas Reales y las curiosas formaciones geológicas de los Aguarales de Valpalmas son también espacios únicos que no debes perderte.

Hospedería de Sádaba Sos